jueves, 10 de noviembre de 2011

Llorando...

Había sentido un flechazo en el pecho, pero no había sido más que una punzada de su corazón, pues no faltaba mucho para que ese corazoncito dejara de latir. La niña le dijo a su madre y ella se preocupó. Le dijo que se quedara quieta y ella obedeció; y como la vio conmovida un abrazo le pidió. Pero la madre hacia unos días que con ella estaba enojada, asique la esquivó con frialdad y la niña se izo hacia atrás.
Ya en los últimos instantes solo pensó en la tristeza de aquel adiós, que triste ir al cielo sin el recuerdo del último abrazo que su madre le dio, que tristeza y vacio sintió. Ya todo era un mal sueño donde no puedo ya no despertar. Donde tan tristemente murió, como si la frialdad de la madre, su calor enfrió, hasta que no pudo más y llorando despertó, llorando murió. Con el corazón vacio de amor, triste, desolado y una vez estático todo termino.

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